martes, 19 de mayo de 2009

El acoso escolar: Materia Vigente

Acabo de ver la película KLASS del director Ilmar Raag. Por lo tanto lo que escribo a partir de acá está signado por ese momento.
Primero, la película es desgarradora hasta el momento de la matanza. La lentitud que refleja el agravio y el desgaste constante que hacen sobre los chicos te involucra sentimental y visceralmente. El film te envuelve en una tensión que solo se libera en la matanza final y sin embargo, uno sale dolido como resultado de toda la película y la temática que gira sin resolución posible.
En otro plano, algunas cosas me resultan importantes de marcar, por ejemplo: la pasividad de los adultos; su incapacidad de indagatoria sobre la problemática de los chicos (los padres, la abuela que hablan sobre la violencia pero no dicen nada), el dejar hacer (el profesor de gimnasia mientras juegan al basquet), la necesidad de cerrar todo argumento que los chicos presentan (la docente que habla sobre la marca construyendo sentido según sus conceptos), el estigma (la directora creyendole a quien tiene mejor nota), la mezcla entre el recurso y la no utilización del mismo (la clase de literatura que podría aplicarse como herramienta para el análisis del grupo), hacer evidente el hecho buscando una sanción sin indagar sobre el problema y sin buscar empatía sobre la víctima (cuando una de las autoridades escucha que toda la división se opone a Jossep recurre a llamar a la directora y retirarse del aula, en lugar de enfrentar al curso). Bajo estos aspectos, el docente aparece como una figura desfigurada; una voz en off (en el sentido de que es una voz apagada, nada tiene que decirnos).
Los adultos (padres y abuela) parecen caer también en lugares comunes, ante el llamado de la escuela temen que sus hijos / nietos sean parte de "eso que dicen los medios". Es decir que están al tanto del tema de la violencia; pero la misma se les impone.
Los jóvenes no tienen un interlocutor válido y no tienen opciones concretas. Pero tampoco tienen una figura a quien le teman, si bien se usa la imagen de la directora a tal fin, los chicos la desdibujan al inventarle historias.
La pasividad de los restantes chicos es apabullante e intolerable. Pero es cómplice de un juego que me parece se refleja en el dialogo que se da cuando Jossep recibe dos patadas y se acerca quién le pego, mientras lo ve en el suelo, dolido y con poco aire, para sugerirle que se tranquilice que respire...que lo perdonaban. Donde el juego de imágenes y las expresiones dan cuenta de que se ha llegado a un límite. El cual, como en realidad nada se ha resuelto, volverá a tocarse y sobrepasarse.
Otro aspecto que me gusto son las imágenes que colocan al inicio de cada día (chicos peleando en clave de juego, etc.)
En síntesis, muy buena la película. Creo que recurre fuertemente al cuerpo del espectador y que eso predomina por sobre algunas cuestiones que a mi entender pueden estar exageradas. Sin embargo esa exageración no tiene nada de irreal. Pero me parece que hablamos, no de la media, sino del eslabón más débil de la cadena que reúne los requisitos y se quiebra.

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