lunes, 24 de agosto de 2009

Die Welle: La Ola (2008)

La película está basada en la experiencia realizada por Ron Jones, en un colegio de Palo Alto (Estados Unidos) en 1967. A su vez modifica -en un sentido superador por los recursos filmicos más ricos, entre otras cosas- al corto original dirigido por Alex Grasshoff (1981). Este film, Die Welle dirigido por Dennis Gansel (2008), deja abierta varias aristas para el debate.

En lo que atañe a la institución educativa se expresa la frágil mirada de las autoridades frente a la actividad docente. Mirada frágil que se evidencia cuando la directora de la escuela recibe buenos comentarios de un padre sobre los ejercicios del docente en cuestión. Producto de esto le dice al docente que tiene todo el apoyo institucional para continuar con lo que estaba haciendo. Por otro lado esa mirada es frágil porque no se interroga acerca de qué es lo que el docente hace para generar aceptación en los alumnos. Ni siquiera como curiosidad positiva de saber cuál es el recurso que ha captado la atención de los alumnos.

Dentro del plano de lo que denomino institucional encontramos un dialogo entre la pareja de docentes que evidencian la satisfacción que se genera al percibir el reconocimiento, la aceptación, la obediencia y la admiración de los alumnos mediante la imposición de una tarea. Valoraciones que evidencian aquello que, en definitiva, la media de los docentes desea recibir. De este modo se resquebraja esa idea de que uno es docente "por amor al arte de enseñar", poniéndose de manifiesto que se busca una satisfacción personal, no en relación a la tarea realizada sino a la pretensión de despertar admiración. Se quiebra aquí la idea de la práctica docente como generadora de un movimiento imperceptible entre los sujetos que integran un curso cuya pretensión es impulsar el conocimiento.

Es interesante, por otra parte, que el docente que implementará semejante experiencia a la que denominará más tarde como práctica fascista se presente, desde el comienzo de la película, como una persona con convicciones anarquistas. Hay aquí un engañoso juego de extremos políticos que se entrecruzan a través del docente quién es el que reune, en su persona, ambas instancias. Está implícita (quizás inconscientemente) la idea de la posición intermedia frente a los "dos demonios" ya que podría pensarse, siguiendo los lineamientos de la película, que en el docente anarquista convive en definitiva el docente fascista que se satisface con el reconocimiento que genera en los alumnos mediante la disciplina y el orden.

Pero fundamentalmente la película que (no olvidemos) se basa en hechos reales, nos deja el problema social de los movimientos de masas que excluyen, demarcan y persiguen a ese otro que no está incluido.

La película saca a luz la mecánica de como una abrumador mayoría respeta los designios de las formas de autoridad. Pero esto no es, en sí mismo, un inconveniente porque una autoridad puede estar cumpliendo ese rol social merecidamente. Lo que sucede aquí es que la autoridad no posee contenido sino que produce una idea de pertenencia a un espacio reducido (la clase), promoviendo así la idea de compañerismo y de grupo con características propias que lo preparan mejor que al resto.
Una de las bases para esta práctica se refleja en lo que dice uno de los alumnos en el film en que para incorporarse a un régimen autoritario, de obediencia y de acción debe existir insatisfacción. Esa insatisfacción lleva a buscar diversos canales para satisfacerla. En ese sentido la obediencia comunitaria le otorga sentido a la vida de muchos de los alumnos.

Una de las conclusiones que nos permite sacar el film es que la insatisfacción se presenta como motor de búsqueda. Por otro lado la idea de unidad aparece como instrumento de anulación de las diferencias. No como superación de las mismas, sino de ocultamiento. Las diferencias están pero no las vemos porque el uniforme, el saludo y el respeto (sometimiento) a la idea abstracta de lo que es el grupo disimulan lo que debajo se esconde, tanto las particularidades como así también las diferencias sociales que son las bases de lo real.

Es interesante como se van integrando a un posible proyecto político ya que aparecen diversos recursos estimulantes como ser la camaradería, el compañerismo, el respeto y el ser parte de un objetivo general en común. Sin embargo resuena constantemente la ausencia de proyecto, de propuesta. En síntesis de programa (objetivo) político. Debido a esto los alumnos se van incorporando por afinidad y porque no hay exigencias racionales. Las formas las van armando ellos mismos impulsivamente mediante la propia experiencia. Pero los alumnos son miembros de la sociedad moderna por lo tanto sus acciones reproducen esa sociedad. Para que las acciones no reproduzcan a la sociedad moderna las mismas deberán ser producto de un proceso de crítica conjunta (grupal) y profunda. Una crítica fundamentada en el análisis de las prácticas cotidianas y del conjunto de las experiencias sociales y políticas.
Al no suceder esto las acciones que el grupo "
La Ola" va adquiriendo son las que el contexto socio-histórico les imprime deformadamente.

Es decir que uno podría establecer que sin la crítica necesaria esa idea naciente de grupo igualitario terminará conduciendo a que las partes se subsuman frente al todo dañando la subjetividad del individuo y garantizando las actuales formas sociales (que construyen una relación social sustentada en la desigualdad). De este modo se mantiene la dinámica de la obtención del beneficio de unos frente al resto. Debido a este dinamismo social se tiende a negar las diferencias al interior del grupo y esa forma de acción retorna frente a lo externo mediante la expulsión. Es decir, expulsando a ese otro negativo.

Aquí surge la negación no como instancia de contradicción sino como instancia de supresión. Se buscará eliminar a ese otro que es resultado de las contradicciones sociales. A ese otro que evidencia esas contradicciones y que personifica ese lado oscuro de nuestra existencia como seres individuales y sociales. Se pretende borrar las contradicciones negando al otro mediante instancias de discriminación y violencia.

Diversos comentarios críticos sobre la película se han centrado en los aspectos "artísticos" (guión, pretendida manipulación de los sentidos del espectador, poco realismo en las escenas, etc.) de la misma. Entiendo esos comentarios pero los mismos cambian el eje de la discusión. El film, sin caer en un dogmatismo cinéfilo, permite concluir que los individuos que integramos esta sociedad no estamos exentos de ser parte de un gobierno autoritario. Por otro lado permite también concluir qué tipo de dictadura se gesta en la sociedad moderna. Una dictadura que garantiza la marginalidad, la persecución y la división social. Todo esto a pesar de que no aparezca entre las bases fundantes del grupo "La Ola".

Si tendemos a la obediencia y en consecuencia a seguir a una autoridad elegida y establecida, la película nos habilita la inquietud de preguntarnos si es posible superar esa instancia y cómo evitarla. Sin embargo, creo que se trata de discutir cuál debe ser el sentido, la orientación y a qué intereses sociales debería responder esa autoridad. En síntesis que objetivos se traza y cual es su contenido. Discutir esto lleva, de manera inevitable, a poner en discusión también las formas de las representaciones sociales, es decir a discutir las formas del poder.

viernes, 24 de julio de 2009

Se confirmó el relanzamiento del gobierno CFK

La convocatoria al diálogo por parte de la presidenta Cristina Kirchner fue bien acogida por los diversos sectores vinculados a la producción, la industria, el campo, las finanzas, las empresas de servicios públicos y los trabajadores, quienes fueron mencionados por la presidenta en su intervención la semana pasada en Tucumán. No obstante todos ellos mostraron algunos reparos.

¿Qué se discutirá? La agenda que muchos reclaman debe cambiar, ya se ha fijado de antemano. La misma se estaría centrando en distintos tópicos: reformas institucionales (derogación de superpoderes, nueva ley del Consejo de la Magistratura, reformulación del Indec, etc.); rebaja de retenciones al agro y medidas para paliar la crisis del sector y, por último, un esquema más equitativo de reparto de los recursos fiscales entre la Nación y las provincias.

En este sentido se le impone a la presidenta la agenda de la oposición y de diversos sectores socio-políticos que se vinculan a los acreedores y organismos de crédito internacionales. Fue el diputado Aguad, jefe del bloque radical, quién enfatizó que se debe restablecer la confianza para atraer capitales.

Lo confirman diversos miembros del gobierno. A su vez se discutiría con el campo las actuales tasas de las retenciones agrícolas. Como así también el sinceramiento de las estadísticas del INDEC. Fue el propio titular de la cartera de Interior (Florencio Randazzo) quién reconoció, en los últimos días, que hay productos que aumentaron por encima de lo que este organismo informa.

Es decir que luego de las elecciones el gobierno ha reconocido que para continuar necesita un relanzamiento. En el sitio Visión desde el Sur, hace un año y con el conflicto con el campo, advertí esta tendencia y dije que la continuidad del gobierno implicaría implementar una cartera contraria de la que se había vanagloriado. (Ver “Cuando la continuidad es su contrario”, nota en Visión desde el Sur 01/08/08).

En este marco de presiones de distintos grupos sectoriales, vinculados a los beneficios del capital, los acreedores y los inversores no están ajenos. Los inversores están a la espera de los primeros pasos del nuevo ministro de Economía, Amado Boudou, quién pretende retomar la negociación con los acreedores que aún no cobraron desde el default.

Según distintos informes ya habría un plan para devolverles credibilidad a las estadísticas, con lo cual se plantearía la salida del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Pero esa medida apunta por sobre todo al reestablecimiento de la indexación de la deuda pública.

El relanzamiento implica, entonces, desde la normalización del INDEC y el sinceramiento de las estadísticas, hasta la reconexión con el mercado internacional de crédito y la definición sobre la deuda con el Club de París; desde la contención del gasto público y la asignación de subsidios, hasta la moderación de la política salarial, además de un aumento de tarifas exorbitante (algunos lo denominan “sinceramiento”). Todo ello ya está poniendo el problema de la inflación, nuevamente, a la orden del día.

En definitiva las últimas elecciones colocaron la agenda de determinados sectores económicos y sociales. El impasse que vive Argentina es la expresión de la crisis internacional. La forma de resolverlo está siendo puesta a prueba. En Honduras mediante el golpe cívico-militar, en Argentina y en otros países del mundo a través de elecciones que posicionan los intereses de los grupos conservadores como los posibles garantes de encauzar la crisis. Sin embargo estos sectores comparten responsabilidad con aquellos que hoy están siendo destituidos y derrotados en las elecciones. Es decir que difícilmente puedan brindar soluciones para la población.

El mundo se convulsiona y Argentina no está ajena, ni desacoplada del mismo. Argentina ingresa en una nueva etapa política. Iremos analizando como sigue.

11/07/09

jueves, 23 de julio de 2009

El Extranjero de Albert Camus (Algunos comentarios)

Ante todo, es un gran libro. Imperdible. Extremadamente lento no obstante muy cautivante y envolvente.

Me parece importante rescatar que el protagonista de la novela, a diferencia de lo que en muchas críticas he leído, es una representación fidedigna del hombre moderno. Ahora, analicemos el porque de semejante afirmación.

El personaje efectivamente está desprendido de los afectos pero de los afectos que socialmente se han establecido como obligaciones. Por ejemplo no necesita llorar a su madre fallecida porque no surge eso en él. Al contrario él recuerda a su madre. Pero podemos ver que ella no aparece como una mujer con mucha presencia en su vida. ¿Habría entonces que llorarla?
Que el protagonista, durante el entierro de su madre, pueda realizar el ejercicio del razonamiento de su jefe lo muestra capaz de colocarse en el lugar del otro. Y también lo muestra con un alto desprendimiento de si mismo (enajenación). Como bien sugiere lo que él dice de no estar impedido de "comprender al patrón".

Pero estas formas de sentir están enmarañadas, abrumadas. Una de las demostraciones de lo abrumado que está el protagonista es la frase "Pensé que, al cabo, era un domingo de menos, que mamá estaba ahora enterrada, que iba a volver a mi trabajo y que, después de todo, nada había cambiado." La vida cotidiana es la que le impide, en última instancia hacer el duelo de su madre, lo enmaraña, lo abruma. Mañana, ya ella muerta, él deberá ir a trabajar. Como siempre. El siempre cotidiano que quiebra la excepcionalidad que es tal porque luego se regresa a la cotidianeidad. El miércoles trabaja, le informan de la muerte de su madre. El jueves está haciendo los trámites de su entierro. Conoce el asilo, ve el testamento...¿Qué se le pide al protagonista en las críticas? ¿Que llore el jueves y viernes que su madre está muerta? ¿Que siga el duelo el sabado y el domingo? Y sin embargo, el lunes después de todo esto él debe volver a su trabajo.

A lo largo del libro, hasta llegar a la escena del asesinato, el transcurrir es resultado de la imposición de los designios de la vida misma. Si aparece una mujer y algo sucede, mejor. Si hay que ir a trabajar, irá. Si un vecino le pide colaboración, él le ayudará. Y así transcurren los días. Sin sobresaltos. Sin ser, en definitiva, un protagonista. La vida lo va llevando como si la misma fuera una escalera mecánica. Tal como Hubert (uno de los protagonistas del film "La Haine/ El Odio") describe: la vida transcurre como el paso de una escalera mecánica y hay hombres que llegan a destino sin moverse sobre la misma, estancados y avasallados por el andar de la misma.
En ese transcurrir es que se topará, lisa y llanamente, con el asesinato. Con la muerte. Mediante ese acto comprendió que "había destruido el equilibrio del día..." no de la vida! sino de un día. Lo que refuerza la idea de cotidianeidad, de extrañamiento y de bruma.

Comparto con el protagonista la afirmación de que "todos los seres normales habían, más o menos, deseado la muerte de los que amaban." Me parece que esta afirmación es la que pone en evidencia Camus y que estalla en quién lee el texto. Por eso es que se reacciona marcando que el protagonista está muy lejos de lo humano, es una forma que encuentra el lector para separarse del protagonista. Porque el lector niega esta posibilidad que, sin embargo, se hace presente en su diario transcurrir.

En la segunda parte del texto el protagonista recorre diversos estados y pensamientos demostrando sus sentidos. Quiere caer bien pero sin exagerar ni mentir ni cumplir con un deber. Al contrario pretende mostrarse desprendido de todo ropaje que pudiera hacerlo socialmente aceptable, pero para que se lo acepte. Es como si Camus pusiera en evidencia parte de lo que la sociedad burguesa ha considerado que debe ser del mundo privado. Camus pone a relucir que el hombre está solo, que en su soledad también se conmueve por cosas ajenas a lo que debería conmoverse socialmente y que hacer manifiesto esto acarrea la posibilidad de ser considerado un desalmado. Y por sus lectores un deshumanizado personaje. Ante esta instancia no podemos olvidar que los lectores vivimos en la sociedad que evidencia Camus en su texto. Y esto hace majestuoso el libro El Extranjero. Porque evidencia la enajenación del personaje y la conjuga con la negación de sus lectores.

El personaje estalla ante el cura que pretende lograr obtener una confesión pero la capacidad y sentimentalismo del personaje, quien por vez primera reacciona abiertamente, se evidencia en el choque con el representante de la iglesia. Institución que tanto le cuesta a la sociedad. Le ha costado en vidas como en dinero. Pero sobre todo por ser esta institución una constructora del sentido, del deber, de lo moralmente justo. La institución referente del alma humana. El desafío del protagonista se pone de manifiesto ante la institución que mejor representa el ejemplo de la enajenación:. Ante la iglesia, la creencia, el lugar donde el hombre deposita en otro Ser (Dios) sus capacidades, sus fuerzas, sus temores.

El hombre, el extranjero, el ajeno; el protagonista del texto de Camus pone en evidencia un mundo que construye sentido por su propio funcionamiento. Se es extraño en el propio mundo. Alterarlo cuesta y si además no se puede entender el porque, entonces la condena debe ser ejemplificadora para que repercuta fuertemente. Pero ese no entender se trata de una obtusa posición del oyente (en la novela no se escucha al acusado, no se lo quiere oir. Él siempre esta siendo dicho por otros). Sin embargo los datos, las palabras y las explicaciones están allí presentes. Camus nos los muestra en su plenitud pero se hace inentendible porque prima la razón del sentido moral. Del deber y del obedecer a ese deber.

Pero Camus, como si reconociera que esto podría llegar a suceder (no solo con los personajes que no entienden la acción del protagonista sino también con los lectores) decide dejar de manifiesto que para entender al personaje hay que entender al mundo. En ese momento, el personaje retoma la vida:
"Y también yo me sentí dispuesto a revivirlo todo.(...) Ante esta noche cargada de signos y de estrellas me abría por vez primera a la tierna indiferencia del mundo. Al encontrarlo tan semejante a mi, tan fraterno al cabo, sentí que había sido feliz y que lo era todavía."

lunes, 15 de junio de 2009

Entre los Muros: Entre les Murs

En la película dirigida por Laurent Cantet, “entre los muros” (Entre les murs), puede observarse de una manera altamente fidedigna las situaciones reales (y a veces potenciales) que se suceden en la vida cotidiana de los docentes. Esto sería el aspecto interesante del film ya que no construye una imagen basándose en el ideal social acerca del rol docente sino que hace presente, fundamentalmente, las limitaciones con la que este rol se encuentra.

Durante el film, esto me ha sucedido a mi, uno se mantiene expectante a la solución y a la construcción de un sentido basado en que el docente va a encontrar “algo” en sus alumnos para desarrollar o en que va a mostrarles “algo” que a ellos les servirá. Sin embargo esa instancia, ese sentido que esperaba encontrar nunca llega. Ahí me parece que está lo revelador, trágico y particular que posee este film con respecto a otros que se basan en la temática del “mundo docente”. A partir de acá salen a la luz diversas concepciones que me interesan poner en tela de juicio. La primera se desprende de la, llamémosla, “esperanza del espectador”. Por la cual se parte de una idea en la que el docente es el sujeto del saber. Es el que tiene "algo" que descubrir en los chicos, es el que "algo" les va a ofrecer. En ese sentido la primer limitación parte de la reproducción de la idea de que el saber se sitúa en un lugar y unilateralmente se ofrece. Pero no solo aquí se pone en evidencia. Fundamentalmente esa dinámica del pensamiento se evidencia en la particularidad de este film. Ya que es un film que reproduce lo que sucede en la cotidianeidad de la enseñanza. Qué se haya generado tanto asombro y espectacularidad hacia el film creo que tiene que ver con que el mismo no reproduce la relación imaginaria y excepcional de los docentes que salen triunfadores frente al grupo de alumnos sino que fija su mirada en la constante educativa.

Las otras constantes son: Los limites de la práctica docente; sus recursos para la comprensión y las posibilidades del docente por brindar espacios que canalicen las expresiones surgidas. Para dar cuenta de esto se puede citar, por un lado, que existe un “alumno problema” y en un momento determinado, ante una tarea en concreta, este alumno se siente a gusto. El alumno disfruta de su producto el cual es, a su vez, tomado en consideración por su docente y sus compañeros. La limitación que acá aparece es que frente a esa potencialidad el docente no hace nada más. Digo el docente porque no hay una instancia en la cual él, institucionalmente o informalmente, tansmita a sus compañeros docentes o a los miembros de la dirección la capacidad y la potencialidad del alumno expresadas en ese trabajo. Este docente callará durante el film frente a la cotidianeidad institucional.

El otro límite que se observa es la incapacidad, por parte del docente, de dar cuenta de las diferencias sociales y por lo tanto de las perspectivas que poseen sus alumnos. Una diferencia que constantemente está emergiendo en su materia ya sea en el diálogo mantenido en la relación docente / alumnos. También se evidencia en las peleas o en los intercambios entre los propios alumnos. No creo que sea necesaria una solución al estilo "escritores de la libertad" de todos modos me parece que frente a lo que estalla en el curso el docente puede utilizar el recurso del debate y dejar que se planteen preguntas que no necesariamente cierren.

El docente se encuentra sumergido por los condicionantes sociales. En la sala de profesores la escuela se reduce a la institución y ante el atisbo de pensar sus acciones y las consecuencias más allá de la misma serán los docentes quienes obturarán esa posibilidad. A partir de ahí, entonces, la escuela se transforma en una institución expulsiva resultado de una maquinaria en la cual el docente es un engranaje más. De todos modos, si no se puede "ir más allá de la institución" se debería buscar en el "más acá institucional" acá aparece el abrumador silencio del docente quién podría esbozar la contradicción que presenta el alumno que se comporta fuera de la norma.

Otros aspectos interesantes en el film tiene que ver con la forma de posicionarse frente a los alumnos. Hay un discurso de falsa igualdad cuando el docente acepta ser increpado en los términos de “si yo lo hago, usted también hágalo” (comentarios de esa índole le hacen los alumnos al docente). El docente efectivamente posee otro rol, posee una responsabilidad lo que no implica que él posea la verdad, ni la razón. Porque en definitiva la verdad se evidencia a raíz del debate de las distintas certezas y la razón la posee todo ser racional.

Por último una alumna se acerca y tímidamente le dice al docente: “Yo este año no he aprendido nada”. El docente le brinda como respuesta que sí. Ella insiste, entonces él termina imponiendo que sí lo ha hecho. Dejemos de lado esa imposición porque lo que me pareció interesante es que mediante la indagación que el docente hace y la respuesta que recibe termina expresándose una dinámica de la razón del creyente. Es decir, sucedería que aunque no lo sepas aprendiste por lo tanto “cree en que si lo has hecho”. Esa sería la respuesta última con la que el docente estaría cerrando un ciclo lectivo con sus alumnos. Ante este planteo queda en evidencia, a mí entender, la bancarrota o el colapso del sistema educativo. No se aferra uno a la demostración racional poniendo en cuestión la afirmación de la alumna, sino que se le indica que crea. Se le afirma desde afuera que si, que ella sabe más allá de lo que ella considera propiamente. Es decir, alguien sabe que ella sabe. ¿Cómo lo sabe? Porque ese alguien sabe más que ella.

Es una película que no puede pasar desapercibida. Merece un serio debate que permita poner en cuestión estas prácticas y ofrecer nuevos alcances ya que la actividad docente posee un rol profundamente político. Es una película que pone en primer plano la pregunta de quién educa al educador y también de cómo se lo educa. Preguntas que impulsan y amplían el interrogante sobre las posibilidades reales y por lo tanto de las problemáticas reales del ejercicio del rol docente. En ese sentido la ampliación del debate debería llevarnos, de forma obligada, a la discusión del lugar que ocupa la educación en el Estado. De esta manera cobra una dimensión política el análisis enriqueciéndose el debate y ampliándose el horizonte para generar nuevas formas de pensar y de intervenir sobre los problemas de la educación.

domingo, 31 de mayo de 2009

“Todo comienza hoy” (2001), de Bertrand Tavernier

Fundamentalmente creo que pone en evidencia por un lado como las medidas políticas estructurales afectan la vida individual de las personas.

La película se contextúa en un período de medidas privatistas que se argumentan como solución a otro período anterior de intervención estatal y por lo tanto de endeudamiento. Pero estas medidas ocasionan diversos ajustes que impactan en la vida cotidiana de los ciudadanos. En el film se deja entrever, al momento en que el alcalde es enfrentado por el director de la escuela, que los problemas de gastos y de cuentas no saldadas corresponden a gestiones de gobiernos anteriores, dándole así un carácter de continuidad al problema del gasto social.

La escena del encuentro entre la policía con los jóvenes que roban e irrumpen en el colegio es un aspecto importante que muestra la connivencia de lo legal con lo ilegal. De cómo las instituciones conocen las formas de acción de los integrantes comunitarios. Con lo que se quiebra la falsa idea de que las instituciones desconocen los acontecimientos y los sujetos que los realizan. Se trata de la era de los negocios y allí donde sean posibles se instalará esa acción que reproduce el régimen social, que no es ni más ni menos que el régimen del negocio y el beneficio, construyendo sentido al accionar ilícito.

Ante la desidia institucional y el reclamo del director como así también su búsqueda de intentar garantizar la educación se puede concluir que al ser un problema estructural (político, económico y social) la solución debe plantearse en esas mismas dimensiones. De tal forma que el reclamo del director debe tener un alcance político. Esto solo puede darlo una organización propiamente política. A partir de entonces, la pregunta que impulsa la búsqueda debería ser ¿qué intereses deberá defender esa organización política?

Tomando las acciones del director como parte de sus decisiones de vida, se puede caracterizar que una respuesta tentativa sería una organización que defienda el derecho al trabajo de los padres, a un buen presupuesto educativo, a un cuidado de los niños y a un partido que busque garantizar un ambiente social que permita el desarrollo de sus individuos.

El vacío de la película es lo que la hace “hollywoodense” en cuanto a que pareciera tratarse de la voluntad del director y de los docentes cuyo compromiso permite ir más allá de lo que se percibe. Sin embargo, todas las aristas que la película abre no quedan solucionadas, sino que se postergan o se van difuminando hasta que el eslabón más débil se quiebra poniendo en evidencia, una vez más, lo precario de toda la estructura social. Es en este punto que la película no plantea ninguna perspectiva para el trabajo docente y para el contexto social. Presentar la opción de la conciencia política es un aspecto muy importante del film, pero no colocarlo en el contexto de una organización política, la cual representa el registro histórico consciente de los problemas sociales es, a mi entender, lo que hace que el problema siga vigente.

martes, 19 de mayo de 2009

El acoso escolar: Materia Vigente

Acabo de ver la película KLASS del director Ilmar Raag. Por lo tanto lo que escribo a partir de acá está signado por ese momento.
Primero, la película es desgarradora hasta el momento de la matanza. La lentitud que refleja el agravio y el desgaste constante que hacen sobre los chicos te involucra sentimental y visceralmente. El film te envuelve en una tensión que solo se libera en la matanza final y sin embargo, uno sale dolido como resultado de toda la película y la temática que gira sin resolución posible.
En otro plano, algunas cosas me resultan importantes de marcar, por ejemplo: la pasividad de los adultos; su incapacidad de indagatoria sobre la problemática de los chicos (los padres, la abuela que hablan sobre la violencia pero no dicen nada), el dejar hacer (el profesor de gimnasia mientras juegan al basquet), la necesidad de cerrar todo argumento que los chicos presentan (la docente que habla sobre la marca construyendo sentido según sus conceptos), el estigma (la directora creyendole a quien tiene mejor nota), la mezcla entre el recurso y la no utilización del mismo (la clase de literatura que podría aplicarse como herramienta para el análisis del grupo), hacer evidente el hecho buscando una sanción sin indagar sobre el problema y sin buscar empatía sobre la víctima (cuando una de las autoridades escucha que toda la división se opone a Jossep recurre a llamar a la directora y retirarse del aula, en lugar de enfrentar al curso). Bajo estos aspectos, el docente aparece como una figura desfigurada; una voz en off (en el sentido de que es una voz apagada, nada tiene que decirnos).
Los adultos (padres y abuela) parecen caer también en lugares comunes, ante el llamado de la escuela temen que sus hijos / nietos sean parte de "eso que dicen los medios". Es decir que están al tanto del tema de la violencia; pero la misma se les impone.
Los jóvenes no tienen un interlocutor válido y no tienen opciones concretas. Pero tampoco tienen una figura a quien le teman, si bien se usa la imagen de la directora a tal fin, los chicos la desdibujan al inventarle historias.
La pasividad de los restantes chicos es apabullante e intolerable. Pero es cómplice de un juego que me parece se refleja en el dialogo que se da cuando Jossep recibe dos patadas y se acerca quién le pego, mientras lo ve en el suelo, dolido y con poco aire, para sugerirle que se tranquilice que respire...que lo perdonaban. Donde el juego de imágenes y las expresiones dan cuenta de que se ha llegado a un límite. El cual, como en realidad nada se ha resuelto, volverá a tocarse y sobrepasarse.
Otro aspecto que me gusto son las imágenes que colocan al inicio de cada día (chicos peleando en clave de juego, etc.)
En síntesis, muy buena la película. Creo que recurre fuertemente al cuerpo del espectador y que eso predomina por sobre algunas cuestiones que a mi entender pueden estar exageradas. Sin embargo esa exageración no tiene nada de irreal. Pero me parece que hablamos, no de la media, sino del eslabón más débil de la cadena que reúne los requisitos y se quiebra.

sábado, 4 de abril de 2009

Un Frente Único contra la crisis

Por un Frente Anticapitalista
  • ¿Qué significa una posición anticapitalista?
  • ¿Es lo mismo a una posición socialista?
  • Si no es lo mismo...¿Son compatibles?
Lo que sigue es una breve clarificación a estas preguntas que, considero, irán tomando fuerte consistencia con el correr de los días y los meses en el mundo y en particular, en Argentina.

"La posición anticapitalista se distingue de la socialista en que defiende las viejas reivindicaciones de las masas en un contexto de derrumbe capitalista y que no vacila en hacerlo por medio de todos los métodos de movilización a su alcance, pero no plantea una estrategia de transformación social por medios revolucionarios, ni prepara sistemáticamente las condiciones de esa revolución a través de la teoría y de la práctica, y por medio de la propaganda, la agitación y la organización. Una coalición anticapitalista es un frente único de lucha por las reivindicaciones elementales de los explotados en un contexto de derrumbe del capitalismo y, por lo tanto, de transición política y social."
Extraído de: Prensa Obrera.

jueves, 2 de abril de 2009

La Muerte de Alfonsín

Llama la atención la cantidad de personas que se han emocionado ante el final de la vida del ex-presidente Raúl Alfonsín.
Digo que llama la atención porque la muerte de Alfonsín colocó en escena a un partido político que se desintegró a partir del Pacto de Olivos (pacto pergeniado por el susodicho y el entonces presidente Carlos Menem). Pero tuvo su tiro de gracia con la experiencia centroizquierdista del gobierno de la Alianza con De la Rua como referente institucional.

Creo que muchas razones cruzan ese sentimentalismo surgido, según los grandes medios de comunicación, espontaneamente. Claro que hay razones para ese surgimiento. La gente no se siente oida por los políticos y menos identificada con ellos y sus decisiones. A partir de aquí construye un pasado mítico sobre la figura democrática y lo separa del presente trágico. De ahí que el sentimentalismo pretenda canalizarse en críticas hacia los dirigentes políticos gobernantes. Es por eso que puede enmarcarse el entierro de Alfonsín dentro de un contexto opositor al gobierno. Una oposición liderada por la Mesa de Enlace (distintos organismos representantes de grandes, medianos y pequeños productores del campo) y acompañada por pejotistas disidentes, macristas; cívicos (Carrió) y radicales. A quiénes se suman algunos sectores de la izquierda (PCR y MST).

Sin embargo muchos sentimentales que se marean por lo que producen sus sentidos y que se quejan de la dirigencia actual olvidan que Alfonsín ha sido parte constitutiva de la misma.
Alfonsín fue quién avaló al menemismo con el pacto de olivos y la nueva constitución de 1994 como así también construyó la Alianza, opción política que fue gobierno después de Menem.

Impulsaron y construyeron esta confusión los medios de comunicación que describieron una parcialidad de la personalidad del fallecido. Pero su persona no se aleja de su ser, de su existencia como político, como referente de uno de los dos partidos tradicionales de la Argentina. Un partido con su historia golpista y entreguista. En definitiva la muerte de Alfonsín ha colocado, por la ventana, en el escenario político nuevamente al radicalismo. Pero si así entra, habrá que ver como sale.

Frente a la muerte de Alfonsín los medios callaron que él, antes de asumir, ya contemplaba la Ley de Obediencia Debida por la cual los militares que actuaron en el período de la dictadura no debían ser ni juzgados ni condenados de la misma manera que sus superiores. Él prometió juzgar a los jefes de las Juntas Militares oponiendose a enjuiciar a quiénes habían "cumplido órdenes". De este modo los torturadores y aquellos que apretaron los gatillos y empujaron al Río a decenas de personas iban a quedar sin penas.

Negoció con los levantamientos militares de los llamados "carapintadas" pero no perdonó la insurrección del Movimiento Todos por la Patria (MTP) y ordenó la represión a un militar que estaba denunciado por tortura seguida de muerte y desaparición bajo la última dictadura. La intervención militar terminó con la utilización de armas de guerra, bombas incendiarias, nuevos detenidos, nuevos torturados y nuevos desaparecidos.

Implementó planes de ajuste a escala nacional alineados a las propuestas de los organismos financieros internacionales.
El fin de su mandato fue impuesto por un golpe de mercado al cual nunca denunció y menos enfrentó. Golpe que le costó al pueblo el encarecimiento de sus niveles de vida y la pauperización de muchisimos trabajadores.

Sin embargo hoy se lo llama el "padre de la democracia". Repasando simples datos históricos uno puede ver que Alfonsín fue la personificación de una transición entre la dictadura militar al régimen democrático. En el cual prosiguieron, de diversas formas, las políticas represivas, las políticas económicas a costa de las mayorías sociales. Políticas cuyo puntapié incial había instalado la dictadura y que cobraron forma, de manera definitiva, bajo el gobierno de Menem.

Alfonsín fue la transición del regimen dictatorial al regimen democrático que incluye los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA, al regimiento militar de Rio Tercero, a los miles de chicos asesinados por la policía en lo que se ha denominado "gatillo fácil". A las políticas económicas de endeudamiento y desocupación y explotación; como así tambien al abandono de la educación y la salud pública.

Si es el padre de la democracia entonces, tambien, es el padre de lo que hoy vivimos. Ha muerto, en conclusión, un funcionario que se presentó como el cambio pero para que nada cambie.
Ha sido un gatopardo más en la historia argentina.