martes, 2 de febrero de 2010

La noticia y la noche

Hace un rato, no más, tuve con la dulzura a mi lado el primer indicio de un nuevo no. Frente al mismo hicimos silencio. Ante el brazo del silencio, tan abarcativo, se me presenta una pendiente abrupta. Feroz.

En algunas horas ese no será convalidado por el Saber, pero lo que sucede es que ya no quiero saber. No busco ese Saber, sino simplemente el hacer. ¿Por qué es difícil?, ¿por qué no se puede salir de esto? Nuestra búsqueda continua, el dolor está en el momento del encuentro con el vacío, tan lleno de dolor, añoranzas pérdidas, deseos desvanecientes, es cuando del otro lado del teléfono escucho la voz que dice: "Dió negativo"....Y mi dulzura y yo seguimos recorriendo el camino, no quiero cansarme...Pero, ¿quién no se cansa?

En el libro "La inmensa soledad" (F. Pajak) que me regalo un profundo amigo mío el prólogo cita a Nietzsche quién dice: "En definitiva, nadie puede sacar de las cosas, incluidos los libros, más de lo que ya sabe. Se carece de oídos para escuchar algo a lo que no se accede desde una experiencia vivida." (Ecce Homo)

¿Cómo explico estas lágrimas. que no conforman un llanto, en mis ojos esta noche?
Se cruza lo racional ante los dichos de Nietzsche. Sé que existe la transmisión sino no existiría la historia y el aprendizaje pero también sé -vivencialmente- que la empatía solo muy pocos pueden generarla al escuchar al otro. Pero ¿acaso en su frase, Nietzsche, nos pretende hablar de la empatía? o sencillamente ¿nos habla de que lo que nos acontece en nuestra individualidad (y como eso nos afecta) solo es posible sentirlo en soledad? También sé que hay muchas formas de ser padres, muchos senderos que transitar que este no de hoy, no es definitivo; sin embargo hoy estamos en este camino...Y este nuevo quiebre es el que duele. ¿Quién lo puede negar? ¿Quién no lo puede entender?... Pero solo la dulzura a mi lado y yo podemos sentirlo y aún ahí, en nuestras experiencias, en nuestras resignificaciones ante este nuevo no cada uno está solo.

Hace una semana recibimos una noticia que nos anticipaba este final, no con certeza. Nos besamos, nos abrazamos, ella lloro... luego reaccionamos viendo que hay tantas porquerías en el mundo y que quizás es mejor salvarse y seguir...agarramos un whisky yo y un vaso de champagne mi dulzura y nos divertimos...¿A quién engañamos? Nosotros seguimos queriendo lo que estamos buscando. No dejaremos de buscarte. Porque sabemos, porque queremos. Porque yo quiero ser padre. Porque la dulzura quiere ser madre.