domingo, 31 de enero de 2010

Sobre el film: Enemigos Públicos

Vi la película con la intención de pasar un buen rato, Johnny Depp a mi me lo garantiza, pero iba desanimado porque un amigo me había dicho que no era buena película. En síntesis, me puse a verla en estas noches calurosas de buenos aires.

Grata sorpresa me llevé. El film está basado en la historia de vida de John Dillinger un asaltante de bancos que se convirtió, en el período posterior a la gran crisis económica de 1929 en Estados Unidos y previo al inicio de la segunda guerra mundial, en un criminal que gozaba de simpatías populares ya que sus acciones atentaban contra los grandes bancos.

Durante este período nace "la Agencia", que luego será conocida como la CIA. La película presenta muy bien, por un lado como el aparato represivo se va armando al interior de un país e implementa tácticas de infiltración; compra de voluntades; inventos de casos y la mismísima tortura para lograr cumplir con los objetivos trazados. Mientras tanto, por otro lado, en el film no se descuida los entramados del "mundo del hampa". La primera escena nos presenta una irrupción de armas dentro de una prisión de máxima seguridad permitiendo que escape un grupo de compañeros de Dillinger (Deep). La primer pregunta que me surge es ¿cómo puede ser posible que las armas ingresen a la prisión, aunque estén escondidas? Es decir, es claro que hay un apoyo fuera de la prisión que no puede ser simplemente de parte de los bándidos. Entonces ¿quién puede ser?

Con el correr de la película se pone en evidencia por un lado los entretejidos entre los ladrones de bancos con los organizadores de apuestas a gran escala que a su vez son los mismos que regentean los prostíbulos y que, finalmente, negocian con la policía. La historia de amor que acompaña a la película puede hacernos caer en ciertas banalidades, pero es necesario rescatar que esa historia permite que conozcamos las bases humildes de estos personajes que sueñan con conseguir ese "todo" que ofrece constantemente la sociedad de la opulencia y el consumo.

Es muy interesante el dialogo en dónde se le avisa a Dillinger que él no es más un generador de dinero por lo que se lo deja sin "el apoyo" de todos los sectores sociales que lucraban con sus acciones. De este modo se responde la pregunta que plantee inicialmente.

La razón por la que se lo reemplaza es que se obtienen mayores beneficios mediante el juego y la carrera de caballos. De este modo puede verse las relaciones cotidianas del capitalismo. Cuando muchos piensan que existen posibilidades de triunfo cumpliendo con las obligaciones legales del régimen social ese dialogo da por tierra con esas formas de pensar.
Lo que vemos nos permite considerar que si el individuo coloca su tienda y obtiene ganancias y puede distribuirlas y de esa manera garantizar su continuidad en la actividad no podría existir institución que desarme ese negocio ya que las mismas, según los casos, hasta pueden ser subvencionadas por esos ingresos. Es decir, el dinero que obtiene un emprendimiento ilegal se reparte para obtener las garantías y así poder seguir operando. Los órganos de control, que viven a través del dinero (que paga gastos, sueldos, insumos, etc.) tienen la constante oferta de obtener mayores montos por medios ilegales. Aparece en toda su forma que el dinero es el garante, en esta sociedad, de las relaciones sociales que establecen los hombres entre sí. Claro que existen ejemplos de individuos que fueron más allá del dinero, pero en este sentido solo han sido casos excepcionales. Mientras que el vínculo corrupto entre la ganancia y la forma de obtenerla son expresiones de la generalidad de una sociedad.

Si bien los vínculos sociales y políticos podrían haberse explotado mucho más, esta película no se propone hacernos cuestionar esos vínculos. De todos modos uno, como espectador, recibe los guiños para hacerlo. Podría haber sido un poco más corta, también. Pero de todos modos es una película para disfrutar.


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